Te sientas cansado. Te preguntas como fue. Como fue que esa persona que tanto querias y tanto te sustentaba ahora te cause nauseas. Su risa, su vos, su mera presencia.
Te encierras y te aislas. Quieres un poco de paz. Esperando que todo vuelva a como era antes. Pero, ya no es asi. Los dias de antaño dejaron lugar al presente. Jamas regresaran.
Decir adiós es difícil. Tu no quieres hacerlo. Esa persona ni tiene idea de tu conflicto. Tu gaz puesto tu mejor cara, al fin de cuentas. La sonrisa del millón, o eso te dices a ti mismo. Logras aun asi pasar desapercivido. Dices los mismos chistes de siempre. Cuentas las mismas historias. Se rien cuando se ven.
Quisieras que esta nueva paz se quede asi. Pero es tan tenie y fragil como un acuerdo de pass en el Medio Oriente. Tienes que hacerlo.
Pero… y si todo vuelve a la normalidad? Que pasa si decís adiós demasiado temprano? Acaso estas tirando un tesoro que aun no puedes apreciar. Un tesoro que no puedes apreciar momentáneamente. Pero… siendo honesto con tigo mismo sabes que ya no hay remedio. Ella cambio. Tu cambaste. Ya no queda nada. Caminan en hielo fino sobre un turbulento lago.
Tienes que hacerlo. Tienes que decirlo. Tienes que dar el adiós. Pero ese adiós se transforma en quitarle la luz a alguien en coma.
Sabes que ha pasado ya demasiado tiempo. Debes de hacerlo. Pero, y si despierta? Acaso estoy cometiendo pecado capital al matar esto? Pero la realidad no espera. Hay mas gente que quiere tu tiempo. Y ella camina por su mundo. Es hora de partir. Decir adios. Cortar la flor ya marchita.
Ya es tarde. Necesitas abonar la tierra y poner las semillas para que algo pueda dar luz y vida en ese espacio.
Realmente no hay palabras. No hay espacio para decir mucho. Formalidades que pierden uso y parecen vejestorios.
Simplemente adios y te vas.
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