Suele ocurir cuando otra gente requiere pero no quiere. Necesitan remedio para el escurrimiento del ojo. No entienden que usar tu sonrisa es de mal padecer. Ellos mismos olvidan que es un sistema de sífon. Ni la cortesia tienen de lavar y secar el trapo. Como a pañuelo de papel que se tira y nunca se vuelve a ver. Asi es como quieren y no quieren. Buscan para no encontrar.
Esas personas que te prestan promesas y sonrisas. Pero es la negrita en pequeño, al reverso del contrato donde dice. Que no es para siempre. Solo hasta que alivie. Su propio cólico del temple. Es un cyclo vicioso de padeces y padeceré.